La salida más justa

En mi etapa como atleta nunca realicé una salida falsa (seguramente por mi usual mal tiempo de reacción, todo hay que decirlo), pero si participé en pruebas de velocidad en las que la partida se eternizaba tras diversos intentos nulos que, al ir sumándose, iban socavando mi capacidad de concentración ante el siguiente disparo. No olvidemos que el tiempo de reacción es inversamente proporcional al nivel de concentración.
Mucho ha cambiado la normativa de salidas desde aquella época, allá por la década de los 80. En aquel entonces cada competidor podía realizar una salida nula, siendo eliminado a su segunda infracción. Los atletas de pruebas combinadas podían realizar 2 salidas falsas, siendo eliminados a la 3a, deferencia que intentaba compensar la posible falta de concentración ocasionada por el cansancio acumulado prueba tras prueba.
En el congreso de la IAAF que tuvo lugar en Berlín, coincidiendo con el Campeonato del Mundo del 2009, se aprobó el cambio en la reglamentación de salidas, estableciéndose una aplicación progresiva que debería facilitar la transición de una a otra norma.
A partir del 1 de Noviembre de 2009 sólo se permitiría una salida falsa por carrera, siendo descalificado todo atleta que hiciera salida nula con posterioridad. Las pruebas combinadas volvían a quedar excluidas de esta norma, pero se rebajaban a dos las nulas permitidas a cada atleta.
A partir del 1 de Noviembre de 2010 cualquier atleta responsable de una salida falsa es descalificado. En las pruebas combinadas se permite una única salida nula, descalificándose al atleta que lleve a cabo la siguiente. La regla por lo tanto, queda ya vigente de esta manera, sin más periodos de transición o modificación. O al menos en teoría, pues desde su reciente aplicación muchos son los que propugnan lo injusto y restrictivo de la normativa. Las críticas arrecian aun más desde que, días atrás, Usain Bolt fuera descalificado en la final de los 100m.l. del mundial de Daegu, hecho que, evidentemente, restó atractivo a la prueba.
Mi punto de vista, en cambio, es contrario a esta revisión. La norma actual se me antoja la más justa, ya que reduce el número de salidas falsas en competición. Los velocistas son más cuidadosos en la realización de salidas nulas ante el peligro de inmediata exclusión. Con la norma anterior cualquier atleta podía arriesgarse y provocar una salida falsa con el objetivo de sincronizarse con el disparo y con suerte no ser amonestado. Aquellas dilatadas salidas que yo y tantos otros vivimos, con diversas nulas (recuerdo hasta 4 tentativas), son prácticamente impensables en la actualidad, y hoy en día difícilmente se contempla alguna prueba en las que se dé una salida falsa. Bajo mi punto de vista, la verdadera adulteración de la prueba estaba en la realización de reiteradas nulas, pues el nivel de concentración de los participantes se veía reducido, mientras que el desconcierto y nerviosismo de los mismos iba en aumento. Bien es verdad que nadie está exento de error y que cualquiera puede ser víctima de su nerviosismo, malogrando involuntariamente sus posibilidades en los startings. Pero no es menos cierto que esta norma elimina o reduce a la máxima expresión las posibilidades de aquellos que quieren competir con ventaja o vencer gracias a un golpe de suerte.  Al contrario de lo que podría parecer por la rigidez de la norma, actualmente no constato un mayor número de descalificaciones, aunque quizás alguna, como la del plusmarquista mundial, sea más notoria. Sería de desear que la desgracia del jamaicano no sea el desencadenante de una nueva modificación, sino que esta, si tiene que llegar, sea resultado de una reflexión a fondo sobre la cuestión. En todo caso espero que no se retroceda y se adopte la rigidez de la antigua Grecia, cuando el infractor era azotado, pues no creo que dicha medida ayudase a la promoción de nuestro deporte.... Para ello está bastando con la no retransmisión por parte de RTVE del 3r evento deportivo con mayor repercusión a escala mundial. ¡Vergonzoso!

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